Ciudad de México (La Jornada).- Con la CNTE “habrá intervención decidida”, expuso Ricardo Anaya Cortés, candidato de la coalición por México al Frente, quien también bromeó con la política educativa actual, al referir una metáfora contada por su consejero, Juan Carlos Romero Hick: “es el síndrome del zopilote estreñido, mucho se planea pero no se obra”.
Al acudir a un encuentro con organizaciones de la sociedad civil ligadas a empresas privadas y organismos empresariales, el candidato del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, respondió a una pregunta concreta del panelista (y también locutor de televisión ) Leonardo Kourchenko :
– ¿Convocaría al magisterio rebelde a un diálogo por mejorar la calidad educativa?
-Sí, es un reto de mayor complejidad. Por supuesto que sí los convocaría y estaría dispuesto a dialogar mientras haya ánimo de construir. El mensaje es que el derecho superior es de las niñas y los niños, que el mejor camino es el diálogo y la conciliación. Por supuesto el estado está obligado a hacerlo cumplir.
El queretano, desde el inicio de su intervención, expuso que ante el magisterio que domina al sur del país es necesario el diálogo, pero el Estado tiene la obligación de intervenir.
Ante los representantes de las organizaciones civiles, Anaya Cortés señaló que en materia de enseñanza será necesario aplicar el principio ordenador de subsidiariedad (concepto utilizado por la jerarquía católica) y entre las instancias federales y locales el acompañamiento para que unos hagan lo que otros no pueden.
Al concluir su intervención agradeció la invitación, y por vez primera no se dijo seguro ganador de la contienda electoral, “sí tengo el sabor de ganar” dijo.